Nathaniel aprende rasgos de carácter y comportamientos que le permiten ser más completo; entrando en su segundo año de secundaria. En general, es probable que el Club haya sido una experiencia transformadora para Nathaniel, moldeando sus actitudes hacia la escuela, los deportes y la vida en general, al tiempo que brinda oportunidades de crecimiento y desarrollo.
Nathaniel demuestra buen carácter y compromiso con el servicio al participar siempre en los programas y al tener buenos modales con el personal del programa. Nathaniel ejemplifica el buen carácter, el liderazgo y el compromiso con el servicio al equilibrar sus intereses personales con un deseo genuino de contribuir al bienestar y crecimiento de quienes los rodean. Sus acciones, tanto grandes como pequeñas, demuestran que están impulsadas por valores que reflejan integridad, empatía y el deseo de ayudar a los demás.
Nathaniel dice: "el Club mejora la vida al gustarle cómo los coordinadores del programa pueden enseñarme cosas nuevas, como programas de prevención y programas financieros. También aportan positividad y motivación a los espacios del programa.”